El valle de Almahue genera la base central de éste increíble trabajo generado por Marcela Chandía. Un vino hecho con el corazón, pero no solo con ello también con el alma y el conocimiento que tiene esta gran enóloga. Un sin fin de frutas rojas y azules maduras que hace un festín de capas aromáticas dentro de tú copa. La fruta vuelve a predominar en boca, berries, una hoja de tabaco suave, especias que generan un sabor agradablemente complementado. Una acidez balanceada, tanino sedoso, vino voluptuoso en boca y un final largo enlazan un trabajo único hecho con el corazón.
-Mezcla Tinta Carmenere, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot.
-14,6% alcohol.
-14 meses de crianza en barricas nuevas.
-Para acompañar pastas rellenas, carnes de cordero-cerdo-liebre-vacuno, pastel de choclo, prietas con nueces, pollo al vino, papas rellenas, mariscos ahumados.