Las suaves colinas de la viña en la zona de Guarilihue tienen mucho granito descompuesto. Aquí todo se hace a mano y aunque la lluvia no es tanta, las parras con raíces profundas rinden bien. De hecho, por estas tierras, el Cinsault es más bien conocido como la cargadora, pues son parras bastante vigorosas y pueden crecer bien con una fresca brisa de verano.
Una bomba de fruta en nariz, este vino tiene energía y nos recuerda de frescas ciruelas pasas y cerezas combinadas con suaves toques de especias herbarias como menta y romero. Un vino fresco y peligrosamente fácil de tomar con taninos suaves y un jugoso final.
El proceso de vinificación se enfoca totalmente en la preservación de la fruta y su carácter varietal. No tanto contacto con su piel, solo lo suficiente para tomar esa maravillosa coloración púrpura. Suaves remontajes y prensados temprano sin tocar madera. Puro jugo de fruta para disfrutar los momentos simples de la vida.
- 100% Cinsault.
- 13% alcohol.
- Acompaña muy bien carnes magras o preparaciones con estas como Tártaros, Crudos. Charcutería, Sashimi y ciertos platos fritos.